La santería cubana es una práctica religiosa que mezcla
elementos de las culturas católica española y yoruba africana. Se formó
gradualmente cuando los esclavos africanos de Nigeria y otros países yoruba de
África Occidental identificaron las deidades africanas (orishas) con los santos
del catolicismo, la religión oficial de Cuba. Usan su apariencia y
comportamiento para relacionarse con ellos.
Este proceso se conoce como sincretismo
religioso. Como resultado, los dueños creían que los esclavos se habían
convertido al cristianismo, cuando en realidad los esclavos continuaban
practicando sus creencias tradicionales.
Los orishas en el siglo XXI
Individuos o el público en
general que busca ayuda con fortaleza espiritual, iluminación o desafíos
diarios. Hay muchos Orishas, pero siete son considerados los más
poderosos y populares entre los creyentes de hoy en día. Ahora que el culto a
Orisha se practica de diversas formas alrededor del mundo, los cubanos que
emigraron a otros países trajeron consigo la práctica de la santería.
Hoy en día, se considera que se
les fijan sellos o imágenes de culto de orishas africanos y santos
católicos. Se practican diversas prácticas donde elementos de la cultura yoruba
se mantienen en perfecta armonía, pero en algunos casos un elemento se pierde,
se olvida o se reemplaza por otro.
Los elementos religiosos de
los grupos involucrados se mezclaron y desaparecieron al ser asimilados por
nuestra población. Hoy no se reconocen ni se recuerdan ni los cantos, ni las
palabras, ni las gorras, ni los dioses de mi pueblo, Ganga, Ibos y Mandinga,
que alguna vez convivieron con Rukmis y los yoruba.
Cómo se relacionaron los
orishas con los santos católicos
La identificación de los
orishas con figuras de santos suele tener que ver con la vestimenta y por qué
se conocen santos o vírgenes. Así, Santa Bárbara, vestida de rojo y empuñando
una espada a imagen católica (que simboliza su martirio), se identifica con el
dios guerrero Shangó, al que se cree poderoso. Los seguidores a la Regla de
Ocha (la religión que le llaman en Cuba) no adoran a Santa Bárbara, La Virgen
de Las Mercedes, o La de la Caridad del Cobre, y rinden tributo a Shangó,
Obatalá y Oshún.
En el siguiente cuadro, se
puede apreciar la relación que existe entre los orishas de la religión
yoruba y los santos católicos:
Orisha |
Santo
Católico |
Facultad que
posee |
Agayu |
San
Cristóbal |
Paternidad |
Babaluaye |
San Lázaro |
Enfermedad |
Eleguá |
San Antonio
de Padua |
Abrir
caminos |
Ibeji |
San Cosme y
San Damián |
Niños |
Inle |
San Rafael |
Medicina |
Obatalá |
Nuestra
Señora de las Mercedes |
Claridad |
Ogún |
San Pedro |
Hierro |
Olokún |
Nuestra
Señora de la Regla |
Profundidad |
Orula |
San
Francisco |
Sabiduría,
destino |
Osanyín |
San José |
Hierbas |
Oshosi |
San Norberto |
Caza y
protección |
Oshún |
Nuestra
Señora de la Caridad |
Eros |
Oya |
Nuestra
Señora de la Candelaria |
Muerte |
Shangó |
Santa
Bárbara |
Fuerza |
Yemayá |
Nuestra
Señora de Regla |
Maternidad |
Orishas más importantes en
la santería cubana o religión yoruba
Existen siete orishas que aparecen
constantemente, por lo que se han convertido en los más conocidos y habitualmente
nos referimos a ellos como dioses y diosas, estos son:
·
Esu: es quien cumple el rol de llevar el mensaje
de Dios, está encargado de sobre encrucijadas, los umbrales y las transformaciones.
·
Ogún: es considerado el Dios de la fuerza,
la trasformación, la metalurgia y la curación.
·
Obatalá: se le conoce como un Dios protector de
los más débiles, un Dios celeste de la creación, los inválidos y protector de
la pureza.
·
Yemayá: se le reconoce por ser la madre tierra
divina y la madre de toda el agua, es la Diosa protectora de las mujeres.
·
Oshún: es la segunda esposa de Shangó y la diosa
del agua dulce, la fertilidad y el amor.
·
Shangó: Dios de la guerra, los cimientos, los
truenos y los relámpagos, el fuego y la virilidad.
·
Oya: es la guardiana de los fallecidos y la
tercera esposa de Shangó, diosa de la transformación y el renacimiento,
guardiana de los muertos, es la tercera esposa de Shangó.
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