Después de las cartas a las iglesias, Juan es llevado en espíritu al cielo, donde ve una visión de Dios sentado en un trono, rodeado de cuatro seres vivientes y 24 ancianos. El Cordero, Jesucristo, se acerca al trono y toma un rollo sellado con siete sellos. Cuando el Cordero abre los sellos, una serie de juicios y eventos catastróficos ocurren en la tierra.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis aparecen cuando se abren los primeros cuatro sellos. El primer jinete, en un caballo blanco, sale como conquistador. El segundo jinete, en un caballo rojo, toma la paz de la tierra y permite que los hombres se maten unos a otros. El tercer jinete, en un caballo negro, lleva una balanza y anuncia precios exorbitantes para el trigo y la cebada. El cuarto jinete, en un caballo pálido, se llama Muerte, y el Hades lo sigue.
Cuando se abre el quinto sello, Juan ve a los mártires que han sido asesinados por su fe en Jesucristo. Les dan túnicas blancas y se les dice que esperen un poco más hasta que se complete el número de sus hermanos que también serán asesinados.
El sexto sello trae consigo un gran terremoto, y el sol se vuelve negro como un saco de cilicio. La luna se vuelve como sangre, y las estrellas caen a la tierra como higos verdes de un árbol sacudido por un viento fuerte. Los cielos se desvanezcan como un pergamino que se enrolla, y todos los montes y las islas son movidos de sus lugares.
Después de la apertura del sexto sello, Juan ve a 144.000 personas de todas las tribus de Israel que son selladas en sus frentes para protegerlos de los juicios que están por venir. Luego, una gran multitud de personas de todas las naciones y lenguas se presenta ante el trono de Dios, vestidos de blanco y con palmas en sus manos.
El séptimo sello trae consigo un silencio en el cielo, y luego siete ángeles con siete trompetas se preparan para tocar. Cuando suenan las trompetas, una serie de plagas y desastres ocurren en la tierra. La primera trompeta trae granizo y fuego que queman la tercera parte de la tierra. La segunda trompeta trae una montaña ardiendo que se arroja al mar, matando la tercera parte de las criaturas marinas. La tercera trompeta trae una estrella llamada Ajenjo que cae del cielo, amargando las aguas y matando muchos hombres. La cuarta trompeta trae una disminución en la luz del sol, la luna y las estrellas.
Después de las trompetas, un ángel poderoso desciende del cielo con un librito abierto en su mano. Juan come el librito y encuentra que es dulce como la miel en su boca, pero amargo en su estómago. Luego, se le dice a Juan que profetice nuevamente sobre pueblos, naciones .
La historia continúa con la descripción de dos testigos que profetizan durante 1.260 días, llamando a la gente a arrepentirse. Después de completar su testimonio, la bestia que sube del abismo los mata y sus cuerpos quedan en la calle de la gran ciudad. Sin embargo, después de tres días y medio, Dios los resucita y los lleva al cielo en una nube.
La séptima trompeta suena, y voces en el cielo dicen: "El reino de este mundo ha venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos". Luego, el templo de Dios en el cielo se abre, y el arca del pacto se ve dentro del templo.
La historia del Apocalipsis también describe a la bestia que sube del mar, que tiene siete cabezas y diez cuernos. La bestia blasfema contra Dios y es adorada por la gente. Luego, se describe a la bestia que sube de la tierra, que hace señales milagrosas y engaña a la gente para que adore a la primera bestia.
Finalmente, la historia del Apocalipsis describe el regreso de Jesucristo en gloria, acompañado de sus ángeles y santos. Él juzga a la humanidad y separa a los justos de los injustos. Los justos heredan la tierra nueva y viven en la presencia de Dios para siempre. Los injustos son lanzados al lago de fuego, donde son atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
La historia del Apocalipsis es un relato de esperanza y juicio, que llama a la gente a arrepentirse y a seguir a Jesucristo. Aunque describe eventos catastróficos y juicios, también ofrece una visión de un futuro glorioso para aquellos que son fieles a Dios.
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